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miércoles, 26 de abril de 2017

Los rollos jurisdiccionales en Tierra de Campos

El 26 de mayo de 1813 las Cortes de Cádiz emitieron su decreto número CCLVIII por el que se ordenaban retirar todos los símbolos de vasallaje que existieran en los pueblos del país. Los ayuntamientos serían los encargados de demolerlos o quitarlos independientemente del lugar en que se encontraran. La razón a la que se aludía en el decreto era que «los pueblos de la Nación Española no reconocen ni reconocerán jamás otro señorío que el de la Nación misma», calificando tales símbolos como «recuerdo continuo de su humillación».

Sin embargo, la ilustrada razón que movió a los legisladores de Cádiz no fue escuchada en esta ocasión, así como en otras muchas, por el conjunto del país. Esto permitió que una gran cantidad de símbolos tales sobrevivieran al afán modernizador ilustrado, muy a pesar de sus promotores y por fortuna desde una visión histórica actual y desde la perspectiva de la conservación del patrimonio.

Esta introducción sirve de pie para presentar el tema de esta entrada, y es que uno de los principales símbolos del poder feudal o vasallático que florecían aún en los pueblos de españa eran los rollos jurisdiccionales o rollos de justicia. Aquí se repasarán los cuatro ejemplos de este tipo de monumento que se mantienen en pie en el norte de la provincia de Valladolid, todos ellos de estilo gótico o protogótico. Se visitarán los pueblos de Aguilar de Campos, Bolaños de Campos, Mayorga y Villalón de Campos, todos ellos ubicados en la zona vallisoletana de la comarca de Tierra de Campos. 

Rollo de Aguilar de Campos

En la Plaza Mayor de Aguilar de Campos encontramos el primero de la lista. Se trata de un rollo de vasallaje y jurisdiccional cosntruido en el siglo XV que presenta una fábrica sencilla. Sobre los siete escalones que forman la base del monumento se eleva el rollo propiamente dicho, formado por tres cuerpos. El primero, de forma hexagonal, presenta en su parte superior un relieve de bolas. El segundo cuerpo es de forma cilíndrica, y en él destacan prinicpalmente las cuatro gárgolas que lo coronan. El tercer y último cuerpo tiene forma cónica y presenta varias bolas adornándolo, con una de matyor tamaño a modo de culminación. En cunato al contexto arquitectónico que rodea a este rollo se puede decir que es una de las vistas más interesantes de la comarca por el conjunto del rollo y la iglesia de San Andrés (de estilo mudejar, construida en el siglo XIV).
Rollo e iglesia de San Andrés, en Aguilar de Campos. Fuente.

Rollo de Bolaños de Campos

El rollo de Bolaños de Campos presume de ser el más antiguo de la zona a la que nos referimos en esta entrada, datado en el siglo XIV. Quizás su mayor antigüedad respecto a los demás es una de las causas de su mayor sencillez arquitectónica. Sobre la base, compuesta por seis escalones, se eleva el único cuerpo que lo compone, de forma cilíndrica simple. El remate superior del rollo está compuesto por cuatro figuras de felinos, posiblemente leones.
Rollo de Bolaños de Campos. Fuente.

Rollo de Mayorga

Avanzamos en complejidad al llegar al extremo norte de la provincia de Valladolid para contemplar el rollo de justicia de Mayorga. Construido a principios del siglo XVI, la mayor parte de su estructura es cilíndrica, sobre la cual se ubican algunos anillos decorados y otros elementos de mayor complejidad, como las cuatro gárgolas ubicadas hacia el segundo tercio de su altura. En la parte superior hay, rodeando la columna redonda central, ahora estrechada, una especie de templete o baldaquino sobre la que aparece el remate superior, una aguja típicamente gótica adornada con relieve de bolas.
Rollo de Mayorga.  Fuente.

Rollo de Villalón de Campos 

"Campanas, las de Toledo;  
catedral, la de León; 
reloj, el de Benavente; 
y rollo, el de Villalón" *
*Copla popular   

El de Villalón es, sin duda, el más destacado de los cuatro elementos a los que nos referimos aquí, y uno de los más espectaculares que existen a escala nacional, por lo que nos detendremos más aquí que en lo escrito hasta ahora. Ubicado en el centro de la extensa Plaza Mayor de la villa, además de ser el elemento más representativo de la misma con sus diez metros de atura, es el mejor testimonio del ilustre pasado de Villalón, importante centro comercialde la Castilla de la Baja Edad Media desde donde su señor, el conde de Benavente, intentó rivalizar con las ferias de Medina de Rioseco y Medina del Campo.

Rollo de Villalón con la iglesia de San Miguel y los típicos soportales. Fuente.
Aunque hay noticias de una picota anterior, el rollo tal y como se conoce hoy en día fue erigido en 1525 por orden del conde. Artísticamente es muy valioso, recordando a los pináculos de las catedrales góticas cercanas, por lo cual se le ha relacionado con maestros burgaleses. Es interesante la ubicación del rollo, en el centro de la plaza (aunque no ha sido así siempre, ya que hasta el siglo XX se ubicaron algunos edificios en el espacio que hoy conforma la plaza), situado entre la iglesia de San Miguel (ss. XIII-XIV) y el ayuntamiento (s. XVIII), rodeado además por las hileras de soportales típicas de la villa.
Rollo de Villalón con el ayuntamiento al fondo. Fuente.
Seis banzos octogonales forman la raíz del monumento. En el primer cuerpo, el de mayor tamaño, está decorado en sus esquinas por columnas y presenta decoración de conchas, motivos vegetales, animalese incluso humanos. Una repisa en cada uno de los lados podría significar la antigua presencia de alguna escultura en las mismas. Cuatro bichas a modo de gárgolas culminan cada una de las aristas de este primer cuerpo.  

EL segundo cuerpo es más corto y las columnas de sus esquinas son de mayor anchura. Dichas columnas se ven flanqueadas por otras con decoración más llamativa, de motivos vegetales y decoración de cuerdas. No todos los lados presentan la misma decoración, sino que en algunos es exclusivamente vegetal mientras que en otros aparecen representaciones humanas y animales. Al igual que el primer cuerpo, se encuntra finalizado con gárgolas en las esquinas superiores.

El tercer cuerpo es el último, decorado con columnas cuadrangulares formando una especie de castillete en torno a la columna central, la más elevada. Presenta una engañosa base octogonal, forma que no es seguida por el resto del cuerpo. La decoración de este último cuerpo es más basta que la de los anteriores. Al igual que los demás rollos a los que hemos hecho referencia, como se puede apreciar en las fotos aunque no se ha dicho expresamente, una veleta metálica corona el rollo.
Detalle del rollo de Villalón. Fuente.
 

Fuentes

  1. Cortes Generales (1813) Colección de decretos y órdenes que han expedido las Cortes Generales Extraordinarias desde el 24 de febrero hasta el 14 de setiembre del mismo año. Tomo IV, Imprenta Nacional, Cádiz
  2. Duque Herrero, Carlos (2002) "Intervenciones artísticas de los condes de Benavente en Villalón (1434-1586)" Brigecio: revista de estudios de Benavente y sus tierras, nº 12, pp. 15-42.
  3. Duque Herrero, Carlos (2006) Villalón de Campos. Historia y patrimonio artístico. Del siglo XIV al XVI, Cultura & Comunicación, Palencia 
  4. Web del Ayuntamiento de Aguilar de Campos 
  5. Web de ADRI Valladolid Norte  
  6. Web de Turismo de la Diputación Provincial de Valladolid 
  7. Web del Ayuntamiento de Villalón de Campos

jueves, 1 de diciembre de 2016

Valladolid y su provincia en imágenes: Colección de grabados decimonónicos

La entrada de hoy consiste en una simple recopilación de grabados sobre monumentos y vistas de Valladolid y algunos pueblos de su provincia realizados a finales del siglo XIX. Para quienes conocen la ciudad de Valladolid o alguno de los pueblos que se muestran puede advertir la evolución urbanística de algunas zonas.

Plano de la provincia de Valladolid a mediados del siglo XIX, ocupando el mismo espacio geográfico establecido por la reforma provincial de Javier de Burgos en 1833 y que pervive en la actualidad.
Plano de la ciudad de Valladolid (anterior a 1900) en el que se aprecia el trazado del ferrocarril como límite suroriental de la ciudad y el río Pisuerga como límite occidental, a excepción del barrio de La Victoria. Será a lo largo del siglo XX cuando estos límites se rompan y la ciudad conozca un desarrollo urbanístico notable, especialmente en la segunda mitad de la centuria (barrios de las Delicias, la Rondilla de Santa Teresa, la Rubia, Pajarillos, Huerta del Rey, Parquesol, etc.)

Fachada barroca de la Universidad de Valladolid (hacia mediados de siglo XIX). En la actualidad pervive en la misma forma, auqnue el interior de edificio no es el original, cuyo derribo se decidió en 1909.
Puerta del desaparecido palacio de María de Molina en Valladolid, de estilo mudejar (finales del siglo XIX) que en la actualidad pertenece al conjunto del Monasterio de las Huelgas.
Colegio de San Gregorio (anterior a 1840), actual sede del Museo Nacional de Escultura.

Puerta de la Cruz en Medina de Rioseco (finales del XIX)
Dársena del Ramal Sur del Canal de Castilla en Valladolid (anterior a 1840), obra de ingeniería hidráulica planeada por los ilustrados en el siglo XVIII cuya construcción no culminó hasta mediados del ochocientos. La construcción del ferrocarril provocó que el uso de trasnsporte se cambiara por el de regadío poco después de construirse.

Castillo de Simancas (hacia mediados de siglo XIX), sede del Archivo de la Monarquía Hispánica.
Fachada de la iglesia de San Pablo en Valladolid (mediados de siglo) con su impresionante fachada.
Teatro Calderón de la Barca, en Valladolid (mediados del siglo XIX), construido sobre el solar en el que se ubicaba el palacio del Almirante de Castilla.
Iglesia de los templarios en Ceinos de Campos (primera mitad de siglo XIX), hoy desaparecida.
Casa de Cervantes en Valladolid (finales de siglo), restaurada en el siglo XX y sede actual de la Casa-Museo de Cervantes.
Vista de la catedral de Valladolid tras el derrumbe de una de sus torres, aunque parece que la imagen está invertida (primera mitad de siglo)
Medina del Campo (mediados del siglo XIX)
Vista de la ciudad de Valladolid desde la ubicación del actual barrio de Parquesol (mediados de siglo) con el monasterio de Nuestra Señora del Prado y el Puente de Hierro.
Calle Constitución en Valladolid (mediados de siglo XIX), creada ex novo atravesando el antiguo emplazamiento del convento de San Francisco tras su desamortización y demolición.
Plaza Mayor de Valladolid hacia 1840 en la que se aprecia la antigua casa consistorial y el callejón de San Francisco abierto hacia la plaza.
Castillo de Fuensaldaña (mediados del XIX), que fue sede de las cortes de Castilla y León a finales del siglo XX y principios del XXI.

Fuentes

  • Fulgosio, Fernando (1869) Crónica de la provincia de Valladolid. Rubio, Grilo y Vitturi, Madrid
  • Álvarez del Manzano (1900) Valladolid y su provincia: guia general ilustrada. Imprenta y librería de José Manuel de la Cuesta, Valladolid
  • (1840) Semanario Pintoresco Español. Segunda Serie. Tomo II 
  • (1842) Semanario Pintoresco Español. Segunda Serie. Tomo IV
  • (1853) Semanario Pintoresco Español. Nueva Época
  • (1856) Semanario Pintoresco Español. Nueva Época

martes, 8 de noviembre de 2016

El expolio del arte en España: San Baudelio de Berlanga (Soria)

En esta entrada nos acercaremos a un tema hiriente en la memoria reciente de España: el expolio de obras de arte que se produjo en las primeras décadas del siglo XX por parte de magnates y coleccionistas extranjeros. Aparte del caso de la ermita de San Baudelio de Berlanga, parte central del artículo, haremos referencia a otros ejemlpos igualmente fraglantes.

La ermita

La ermita de San Baudelio de Berlanga es un templo mozárabe que se ubica a un par de kilómetros de Casillas de Berlanga, localidad perteneciente al municipio de Caltojar (Soria). Se piensa que su construcción data del siglo XI, aunque la primera referencia documental en la que aparece es de 1136, relacionada con un pequeño monasterio que se ubicaría en el lugar. El exterior del templo es muy austero, apreciándose únicamente los cuerpos de la nave principal, donde se encuentra la puerta principal, de arco de herradura doblado, y la cabecera. Existen otra puerta en una de las esquinas de la nave principal, de menor empaque.
Exterior de la ermita

La humildad del exterior contrasta con la grandiosidad del interior. En primer lugar, resalta una gran columna pétrea en el centro de la nave principal que sujeta la cúpula mediante ocho arcos de herradura que nacen de la misma, asemejando su forma a una palmera. En la parte superior de la columna se encuentra uno de los aspectos más peculiares de la arquitectura del templo: un pequeño habitáculo al que los historiadores otorgan distintos posibles usos, como lugar de custodia para objetos valiosos (quizás las reliquias de San Baudelio) o como refugio estilita. En el tercio posterior de esta nave hay un coro elevado sobre cinco pequeñas naves jalonadas por dieciocho columnas unidas por veintisiete arcos de herradura. En el fondo del coro se encuentra la gruta en la que habitó el primer eremita del lugar. El ábside se conecta con la nave principal a través de un gran arco de herradura doblado.
Interior de la ermita
Si, como hemos mostrado, la arquitectura del edificio es impresionante, más aún lo eran las pinturas murales románicas al fresco que decoraban las paredes interiores y el techo, realizadas en el siglo XII, muestra de una de las primeras pinturas románicas de toda España. Los temas de las pinturas son escenas de la vida de Cristo, escenas cinegéticas y representaciones de animales salvajes. La historia que corrieron las pinturas es el tema principal de este artículo.

Historia de un expolio

En 1917 el templo fue calificado como Monumento Nacional, algo que en principio debiera facilitar su conservación pero que no se vio respaldado en la realidad, puesto que en la década de 1920 sufrió el expolio de buena parte de sus pinturas murales. En 1922 León Leví, intermediario de compra de obras de arte del comerciante estadounidense Gabriel Dreppe (que ya había estado implicado en el intento de compra de varios frescos románicos de diversos templos catalanes), las compró por 65.000 pesetas a sus dueños, una docena de vecinos de Casillas de Berlanga. La ermita había llegado a sus manos años después de haber sido desamortizada tras las políticas del ministro Pascual Madoz y era utilizada como corral para el ganado.

Unos expertos italianos fueron los encargados de arrancar las pinturas de las paredes de la ermita, pero fueron sorprendidos mientras realizaban su trabajo y denunciados, ante lo cual el Gobierno Civil de Soria paralizó su labor. El Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes decidió que los más de veinte fragmentos que se habían extraído de la ermita debían ser recolocadas en su posición original, Obra que se llevó a cabo en 1923. Posteriormente, en 1925, el Tribunal supremo dictó sentencia a favor de su propietario, León Leví, quien procedió al definitivo arranque de las pinturas y a su exportación. 


Ante ello no faltaron voces que reclamaron la paralización de dicho expolio (El Obispado de Sigüenza, la Comisión de Monumentos de Soria, la Audiencia Provincial, el Gobernador Civil o la prensa, tanto local, regional y nacional), pero la decisión del Tribunal Supremo, ajustada a las leyes vigentes, impidieron hacer nada por evitar la compra y exportación de las pinturas. Se puede decir que más que la incompetencia política de los responsables en ese momento, el expolio fue facilitado por unas leyes que no previeron la llegada de coleccionistas extranjeros para comprar obras de arte olvidadas. Así, casi la totalidad de las pinturas románicas de San Baudelio de Berlanga, a excepción de las de la bóveda, fueron finalmente adquiridas por distintas personalidades e instituciones estadounidenses tras ser fragmentadas y vendidas por Dreppe. A día de hoy son piezas excepcionales de las exposiciones de diversos museos en Estados Unidos como el Museum of Fine Arts de Boston, el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, el Cincinnati Art Museum y el Indianapolis Museum of Art.


Es necesario hacer referencia a que en 1957 el Estado recuperó seis de los nueve fragmentos de las pinturas de San Baudelio de Berlanga que albergaba el Metropolitan, pero a cambio se produjo la salida del país de otra joya románica: fueron intercambiadas por la iglesia románica de San Martín de Fuentidueña (Segovia), cuyas ruinas se trasladaron piedra a piedra a suelo estadounidense. Los fragmentos de las pinturas recuperados se alojaron en el Museo del Prado en Madrid, donde se exponen hoy en día. En cuanto a la ermita, la Fundación Lázaro Galdiano la compró en 1954 y la cedió al Patronato Artístico de España. En 1965 se intervino en la ermita extrayendo en la medida de lo posible lo que quedaba de las pinturas de la bóveda para su restauración, recolocándose en su lugar original en 2002.

El poeta de la Generación de 27 Gerardo Diego quedó impresionado tras su visita a la ermita de San Baudelio de Berlanga y escribió unos versos sobre ello:
—Que no.
—Que sí madre, que sí.
Que yo los vi.
Cuatro elefantes
a la sombra de una palma.
Los elefantes, gigantes.
—¿Y la palma?
—Pequeñita.
—¿Y qué más?
¿Un quiosco de malaquita?
—Y una ermita.
—Una patraña,
Tu ermita y tus elefantes.
Ya sería una cabaña
con ovejas trashumantes.
—No, más bien una mezquita,
Tan chiquitita.
La palma
me llevó el alma.
—Fue solo un sueño, hijo mío.
—Que no, que estaban allí,
Yo los vi,
los elefantes.
Ya no están y estaban antes.
(Y se los llevó un judío,
perfil de maravedí).

Las pinturas antes del expolio

José Garnelo, que había sido subdirector del Museo del Prado, fue el encargado de supervisar la recolocación de los fragmentos arrancados en 1923 en la ermita, antes de su arranque definitivo. Las fotografías que realizó permiten observar el conjunto completo de pinturas en su arquitectura original. A continuación se reproducen algunas de estas imágenes (el nombre que aparece bajo ellas es el que el propio Garnelo las dio en su informe).
Testero frontal del ábside
Ángel y soldados ante el sepulcro
Las bodas de Canaan
La cena de Jesús con los apóstoles

Recreación de las pinturas en la ermita

 

Otros expolios

Desgraciadamente, las pinturas de San Baudelio de Berlanga no son una excepción, y son varias las obras de arte que fueron vendidas a comerciantes de arte y exportadas a otros países, especialmente a Estados Unidos, destacando el magnate de la prensa William Randolph Hearst, cuya vida sirvió de isnpiración a Orson Welles para su Citizen Kane. Algunos ejemplos:
  • El patio del castillo de Vélez Blanco (Almería), vendido por 80.000 pesetas en 1904 a un comerciante de arte francés y que hoy en día se expone en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York
  • El monasterio cisterciense de Santa María la Real de Sacramenia (Segovia), del que se despojaron el claustro, la sala capitular y el refectorio, vendidos a Hearst por medio millón de dólares en 1925 y que se reconstruyó piedra a piedra años después en Miami.
  • El monasterio de Santa María de Óvila (Guadalajara), vendido por el estado a un particular en 1928 por 3.000 pesetas, quien a su vez lo vendió por partes a Hearst en 1931. Éste lo envió a Estados Unidos, donde se ubican hoy en día el claustro, el refectorio, la sala capitular  y el dormitorio de novicios, muy deteriorados y dispersos
  • La reja de la catedral de Valladolid, del siglo XVIII, vendida también a Hearst por 17.000 dólares, que hoy se muestra igualmente en el Metropolitan. Para su venta, el cabildo de la catedral encargó su tasación a un herrero, que estipuló su valor al peso, entre 80 y 90 céntimos el kilo. 

Fuentes

  • Baena Yerón, Carmen (2009) “San Baudelio de Berlanga”, Cuadernos de los Amigos de los Museos de Osuna, n. 11, pp.115-116
  • de Ávila Juárez, Antonio (2004) “San Baudelio de Berlanga: fuente sellada del paraíso en el deserto del Duero” Cuadernos de arte e iconografía, n. 26, pp. 333-396
  • Garnelo y Alda, José (1924) “Descripción de las pinturas murales que decoran la ermita de San Baudelio en Casillas de Berlanga (Soria)” Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, vol. 32, n. 2, pp. 96-109
  • González Pascual, Margarita (2006) “San Baudelio de Berlanga (Soria): la reposición de las pinturas murales de la «palmera»” Bienes culturales: Revista del Instituto del Patrimonio Histórico Español, n. 6, pp. 77-98
  • Guardia, Milagros (2013) San Baudelio de Berlanga, una encrucijada. Universidad de Barcelona, Barcelona, 520 pp.
  • Terés Navarro, Elías (2007) “El expolio de las pinturas murales de la ermita mozárabe de San Baudelio de Berlanga” Goya: Revista de arte, n. 319-320, pp. 199-214
Las imágenes de la ermita en la actualidad han sido extraidas de Soria, ni te la imaginas y de Más de arte.