lunes, 5 de marzo de 2018

El campo castellano a principios del siglo XX: conflictividad social y el primer alcalde socialista de España



«Castilla, la región del pequeño propietario»

Este lema ha sido una constante en el imaginario común, haciendo referencia especialmente a la submeseta norte, a las provincias de la actual comunidad autónoma de Castilla y León. Si bien es cierto que la pequeña propiedad estaba muy extendida en esta región durante los siglos XIX y XX, una visión poco amplia ha llevado en muchas ocasiones a obviar la presencia de trabajadores por cuenta ajena, la mayoría de ellos jornaleros, en esta área. Ante esto, muchos investigadores, sobre todo desde la historia social, han venido reclamando últimamente una mayor atención hacia estos grupos y sus manifestaciones políticas y sociales.


A pesar de la emigración que comenzó a hacerse sentir con intensidad desde principios del siglo XX por la maquinización del campo, la propia crisis agrícola y vitivinícola y los salarios de hambre, la década de los años 30 se inicia en España con un número todavía similar de obreros industriales y obreros agrícolas. En Castilla y León la tasa de obreros agrícolas sobre el total de la población activa podía llegar al 30%, pero en espacios más concretos como la comarca de Tierra de Campos, este porcentaje superaba el 50% en las tres primeras décadas del siglo XX. Las condiciones de estos trabajadores se pueden resumir en una palabra: miseria. Los escasos salarios se unían a una manutención pésima (pan, cebolla, algo de cecina o bacalao) y unas condiciones materiales de vida alejadas de los estándares de una vida digna, incluso para los funcionarios estatales de la época que realizaban visitas a estas zonas, por ejemplo desde el Instituo de Reformas Sociales. Los meses de invierno, sin tareas en el campo suficientes para emplear a los jornaleros, generaban una masa desocupada que bien acudía a las obras públicas subvencionadas por los ayuntamientos o directamente emigraban por campañas a otros territorios como La Rioja o Vizcaya.
Labradores arando en Castromocho (1946), en la Tierra de Campos palentina [Fuente]


Los «tranquilos y resignados» campesinos castellanos y leoneses habían protagonizado ya a lo largo del siglo XIX momentos de protesta por sus condiciones de vida. Los motines de 1856 son buena muestra de ello y no fue la única hasta el final de la centuria.  Ya iniciado el siglo XX las nuevas ideas obreristas, como las del socialismo, se hicieron presentes de manera más clara en las zonas rurales de Castilla y León y cuando la acción colectiva pasó de la espontaneidad del motín a la planificación de la huelga. En los años 1903 y 1904 toda la región conoció una gran agitación social con gran protagonismo de las protestas por subsistencias y la propaganda socialista supo abrirse camino en este ambiente en los pueblos castellanos y leoneses, especialmente en la Tierra de Campos, donde se establecieron multitud de sociedades obreras adscritas al PSOE en estos momentos. La penetración de esta nueva ideología no se debió únicamente al proselitismo llevado a cabo por las agrupaciones socialistas de las capitales castellanas, sino que también influyeron las estancias de obreros agrícolas en lugares como Vizcaya, donde también debieron conocer estas corrientes.


Una de las imágenes más claras de la importancia de estos conflictos se observa tras las elecciones municipales de 1903. Los comicios, celebrados el 8 de noviembre de ese año, colocaron en los ayuntamientos un «sorprendente» número de concejales socialistas, asaltando el sistema de la Restauración. Fue un total de 63 los municipios españoles con presencia socialista en sus consistorios, con un total de 157 ediles, y fue la provincia de Valladolid la que se situó a la cabeza con 34 concejales repartidos en 14 ayuntamientos. En la cabeza de la lista de provincias españolas le siguieron Madrid, con 13 concejales en 6 ayuntamientos; Barcelona y Palencia, con 14 concejales y 5 ayuntamientos; y Zamora, con 8 concejales en 4 ayuntamientos. En total, el 40% de los concejales socialistas electos en 1903 a nivel nacional se materializaron en la actual Castilla y León. 


El caso más curioso y uno de los más destacados de este proceso electoral sucedió en el pequeño pueblo de Urones de Castroponce (Valladolid). En plena Tierra de Campos la candidatura presentada por la agrupación socialista local consiguió 3 concejales, y con ello la mayoría en el ayuntamiento. Así, el primero de enero de 1904 fue elegido el primer alcalde socialista de la historia de España, José Herrero Fernández, en Urones de Castroponce, lugar que no podía estar más alejado de algún centro industrial donde, presumiblemente, el socialismo debería tener más fuerza. La vida de este personaje, después de este hito, siguió relacionada a su trabajo campesino y, posteriormente, en hostelería, trasladado ya a la capital de la provincia.

Recorte de «El Socialista» (22/01/1904) dando cuenta de la elección.

 Fuentes

  •  Aróstegui, Julio (1977) Miseria y conciencia del campesinado castellano. Memoria acerca de la información en ambas castillas, por Adolfo Á Buylla y Alegre. Madrid: Narcea
  • Redondo Cardeñoso, Jesús Ángel (2013) 1904: Rebelión en Castilla y León. Valladolid: Universidad de Valladolid
  • Velasco, Ángel: En memoria del primer alcalde socialista de España, El Día de Valladolid (28/1/2011)

miércoles, 26 de abril de 2017

Los rollos jurisdiccionales en Tierra de Campos

El 26 de mayo de 1813 las Cortes de Cádiz emitieron su decreto número CCLVIII por el que se ordenaban retirar todos los símbolos de vasallaje que existieran en los pueblos del país. Los ayuntamientos serían los encargados de demolerlos o quitarlos independientemente del lugar en que se encontraran. La razón a la que se aludía en el decreto era que «los pueblos de la Nación Española no reconocen ni reconocerán jamás otro señorío que el de la Nación misma», calificando tales símbolos como «recuerdo continuo de su humillación».

Sin embargo, la ilustrada razón que movió a los legisladores de Cádiz no fue escuchada en esta ocasión, así como en otras muchas, por el conjunto del país. Esto permitió que una gran cantidad de símbolos tales sobrevivieran al afán modernizador ilustrado, muy a pesar de sus promotores y por fortuna desde una visión histórica actual y desde la perspectiva de la conservación del patrimonio.

Esta introducción sirve de pie para presentar el tema de esta entrada, y es que uno de los principales símbolos del poder feudal o vasallático que florecían aún en los pueblos de españa eran los rollos jurisdiccionales o rollos de justicia. Aquí se repasarán los cuatro ejemplos de este tipo de monumento que se mantienen en pie en el norte de la provincia de Valladolid, todos ellos de estilo gótico o protogótico. Se visitarán los pueblos de Aguilar de Campos, Bolaños de Campos, Mayorga y Villalón de Campos, todos ellos ubicados en la zona vallisoletana de la comarca de Tierra de Campos. 

Rollo de Aguilar de Campos

En la Plaza Mayor de Aguilar de Campos encontramos el primero de la lista. Se trata de un rollo de vasallaje y jurisdiccional cosntruido en el siglo XV que presenta una fábrica sencilla. Sobre los siete escalones que forman la base del monumento se eleva el rollo propiamente dicho, formado por tres cuerpos. El primero, de forma hexagonal, presenta en su parte superior un relieve de bolas. El segundo cuerpo es de forma cilíndrica, y en él destacan prinicpalmente las cuatro gárgolas que lo coronan. El tercer y último cuerpo tiene forma cónica y presenta varias bolas adornándolo, con una de matyor tamaño a modo de culminación. En cunato al contexto arquitectónico que rodea a este rollo se puede decir que es una de las vistas más interesantes de la comarca por el conjunto del rollo y la iglesia de San Andrés (de estilo mudejar, construida en el siglo XIV).
Rollo e iglesia de San Andrés, en Aguilar de Campos. Fuente.

Rollo de Bolaños de Campos

El rollo de Bolaños de Campos presume de ser el más antiguo de la zona a la que nos referimos en esta entrada, datado en el siglo XIV. Quizás su mayor antigüedad respecto a los demás es una de las causas de su mayor sencillez arquitectónica. Sobre la base, compuesta por seis escalones, se eleva el único cuerpo que lo compone, de forma cilíndrica simple. El remate superior del rollo está compuesto por cuatro figuras de felinos, posiblemente leones.
Rollo de Bolaños de Campos. Fuente.

Rollo de Mayorga

Avanzamos en complejidad al llegar al extremo norte de la provincia de Valladolid para contemplar el rollo de justicia de Mayorga. Construido a principios del siglo XVI, la mayor parte de su estructura es cilíndrica, sobre la cual se ubican algunos anillos decorados y otros elementos de mayor complejidad, como las cuatro gárgolas ubicadas hacia el segundo tercio de su altura. En la parte superior hay, rodeando la columna redonda central, ahora estrechada, una especie de templete o baldaquino sobre la que aparece el remate superior, una aguja típicamente gótica adornada con relieve de bolas.
Rollo de Mayorga.  Fuente.

Rollo de Villalón de Campos 

"Campanas, las de Toledo;  
catedral, la de León; 
reloj, el de Benavente; 
y rollo, el de Villalón" *
*Copla popular   

El de Villalón es, sin duda, el más destacado de los cuatro elementos a los que nos referimos aquí, y uno de los más espectaculares que existen a escala nacional, por lo que nos detendremos más aquí que en lo escrito hasta ahora. Ubicado en el centro de la extensa Plaza Mayor de la villa, además de ser el elemento más representativo de la misma con sus diez metros de atura, es el mejor testimonio del ilustre pasado de Villalón, importante centro comercialde la Castilla de la Baja Edad Media desde donde su señor, el conde de Benavente, intentó rivalizar con las ferias de Medina de Rioseco y Medina del Campo.

Rollo de Villalón con la iglesia de San Miguel y los típicos soportales. Fuente.
Aunque hay noticias de una picota anterior, el rollo tal y como se conoce hoy en día fue erigido en 1525 por orden del conde. Artísticamente es muy valioso, recordando a los pináculos de las catedrales góticas cercanas, por lo cual se le ha relacionado con maestros burgaleses. Es interesante la ubicación del rollo, en el centro de la plaza (aunque no ha sido así siempre, ya que hasta el siglo XX se ubicaron algunos edificios en el espacio que hoy conforma la plaza), situado entre la iglesia de San Miguel (ss. XIII-XIV) y el ayuntamiento (s. XVIII), rodeado además por las hileras de soportales típicas de la villa.
Rollo de Villalón con el ayuntamiento al fondo. Fuente.
Seis banzos octogonales forman la raíz del monumento. En el primer cuerpo, el de mayor tamaño, está decorado en sus esquinas por columnas y presenta decoración de conchas, motivos vegetales, animalese incluso humanos. Una repisa en cada uno de los lados podría significar la antigua presencia de alguna escultura en las mismas. Cuatro bichas a modo de gárgolas culminan cada una de las aristas de este primer cuerpo.  

EL segundo cuerpo es más corto y las columnas de sus esquinas son de mayor anchura. Dichas columnas se ven flanqueadas por otras con decoración más llamativa, de motivos vegetales y decoración de cuerdas. No todos los lados presentan la misma decoración, sino que en algunos es exclusivamente vegetal mientras que en otros aparecen representaciones humanas y animales. Al igual que el primer cuerpo, se encuntra finalizado con gárgolas en las esquinas superiores.

El tercer cuerpo es el último, decorado con columnas cuadrangulares formando una especie de castillete en torno a la columna central, la más elevada. Presenta una engañosa base octogonal, forma que no es seguida por el resto del cuerpo. La decoración de este último cuerpo es más basta que la de los anteriores. Al igual que los demás rollos a los que hemos hecho referencia, como se puede apreciar en las fotos aunque no se ha dicho expresamente, una veleta metálica corona el rollo.
Detalle del rollo de Villalón. Fuente.
 

Fuentes

  1. Cortes Generales (1813) Colección de decretos y órdenes que han expedido las Cortes Generales Extraordinarias desde el 24 de febrero hasta el 14 de setiembre del mismo año. Tomo IV, Imprenta Nacional, Cádiz
  2. Duque Herrero, Carlos (2002) "Intervenciones artísticas de los condes de Benavente en Villalón (1434-1586)" Brigecio: revista de estudios de Benavente y sus tierras, nº 12, pp. 15-42.
  3. Duque Herrero, Carlos (2006) Villalón de Campos. Historia y patrimonio artístico. Del siglo XIV al XVI, Cultura & Comunicación, Palencia 
  4. Web del Ayuntamiento de Aguilar de Campos 
  5. Web de ADRI Valladolid Norte  
  6. Web de Turismo de la Diputación Provincial de Valladolid 
  7. Web del Ayuntamiento de Villalón de Campos